- El cuidado del suelo de nuestro huerto o jardín es fundamental, ya que de ello depende gran parte de la vida vegetal que en él se desarrolla. Cómo hacerlo está sujeto a muchos factores, en este artículo te damos cinco consejos para hacerlo de forma sencilla, asegurando la correcta nutrición de las plantas para que crezcan sanas y fuertes.
En el mundo de la jardinería, uno de los aspectos más importantes para garantizar el éxito de nuestro huerto o jardín es mantener la salud del suelo ya que es la base en la que se sustenta la vida vegetal. Una tierra pobre en nutrientes, compactada o enferma puede dificultar el crecimiento de tus plantas y reducir la cantidad y calidad de tus cosechas.
Para ello es fundamental entender que el suelo se considera un ente vivo en continua transformación, formado por tres fases: sólida, líquida y gaseosa. La parte sólida se divide a su vez en una parte inorgánica mineral (arcilla, limo y arena) y una parte orgánica que está formada por materia orgánica vegetal o animal en descomposición (detritus y humus), y también por organismos vivos como las raíces de las plantas, macroorganismos (insectos, roedores, etc.) y microorganismos (bacterias, hongos, algas, etc.).
Las partículas sólidas dejan entre sí pequeños huecos donde se encuentran la fase líquida (agua) y gaseosa (aire), a esta última se la conoce como atmósfera del suelo. Todas las fases son muy importantes, ya que deben guardar un equilibrio para que el suelo pueda ofrecer un soporte físico y nutritivo adecuado para las plantas.
Para desarrollarse, las plantas necesitan absorber a través de sus raíces una serie de elementos minerales indispensables: nitrógeno (N), fósforo (P), azufre (S), potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg). En menor medida: hierro (Fe), manganeso (Mn), zinc (Zn), cobre (Cu), boro (B), molibdeno (Mo), níquel (Ni) y cloro (Cl). Además, algunas especies requieren también sodio (Na), silicio (Si), cobalto (Co) y aluminio (Al).
La presencia de materia orgánica es un indicador de la fertilidad del suelo y juega un papel fundamental, veamos por qué...
Los beneficios del humus en nuestros suelos y plantas
Hablar de materia orgánica en general, es hablar del humus, materia orgánica estable totalmente descompuesta y resultante de la descomposición de restos animales, vegetales o microorganismos. Este proceso de descomposición lo llevan a cabo los
microorganismos beneficiosos presentes en el suelo como hongos y bacterias. Entonces, ¿qué beneficios aporta el humus sobre el complejo suelo-planta?
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Mejora la aireación del suelo y su permeabilidad.
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Vuelve los suelos arenosos más compactos, y los arcillosos más esponjosos formando agregados estables que reducen el riesgo de erosión.
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Aumenta la capacidad de retención de agua del suelo.
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Forma complejos con los metales como el hierro, manganeso, zinc y cobre, contribuyendo además a mejorar la absorción por las plantas del fósforo, nitrógeno, potasio, calcio y magnesio presentes ya en el suelo o adicionados a través de fertilizantes minerales.
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Favorece la proliferación de microorganismos beneficiosos del suelo que contribuyen a la mineralización de los nutrientes que necesitan las plantas.
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Tiene efecto bioestimulante sobre las plantas potenciando el desarrollo de sus raíces y aumentando sus defensas naturales.
Consejos para la correcta salud de nuestro suelo
Como hemos mencionado antes, la salud del suelo es fundamental ya que es el principal recurso natural del que disponemos y, por ello, se debe preservar su integridad. Por ello te ofrecemos algunos consejos para mantener un adecuado estado del suelo, y así asegurar que las plantas reciben los nutrientes necesarios para crecer sanas y fuertes.

- Consejo nº 1 -
Fertilización adecuada
Una de las formas más sencillas de asegurar que las plantas reciben los nutrientes necesarios para su desarrollo es a través de la fertilización. Por lo tanto, para garantizar su disponibilidad, es importante fertilizar el suelo regularmente atendiendo a las necesidades del cultivo.
Existen muchos tipos de fertilizantes en el mercado, minerales, órgano-minerales, orgánicos y biofertilizantes.
- Los fertilizantes minerales (Abono Tecnológico Universal Premium) son más rápidos, pero si se usan incorrectamente, pueden dañar el terreno. Por ello es importante utilizarlos siempre de manera eficaz y optar por aquellos que incorporen productos innovadores que reduzcan su cantidad para el mismo rendimiento.
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Los fertilizantes orgánicos (Abono Huerto y Frutales), por otro lado, son más lentos en su efecto, pero pueden mejorar la salud del suelo y son más seguros para el medio ambiente.
- Los biofertilizantes (Revitalizante Turbo Universal) son aquellos que incorporan microorganismos vivos o sustancias bioestimulantes para el crecimiento de las plantas, se pueden aplicar como producto único o complementario a otros para reducir su cantidad.

- Consejo nº 2 -
Control de la erosión
La erosión puede ser un problema grave en muchos cultivos y huertos ya que puede degradar el suelo eliminando parte de la capa superficial, que es donde se encuentra la materia orgánica y los materiales más finos que contienen los nutrientes esenciales que tus plantas necesitan para crecer. Esto además puede ocasionar la contaminación de otras zonas o fuentes de agua cercanas.
Para controlar la erosión, es importante plantar vegetación en aquellas zonas de pendientes elevadas como taludes o laderas, instalar barreras de contención como el establecimiento de terrazas o mantener una cubierta vegetal densa en el suelo. Cultivar gramíneas (alfalfa, cebada, etc.) y leguminosas (lupino, alfalfa, guisante, etc.) como cobertura en zonas del terreno sin vegetación, evita la erosión y contribuye además a enriquecer el suelo, ya que, por ejemplo, las leguminosas son capaces de fijar el nitrógeno atmosférico. Las cubiertas vegetales con plantas tapizantes como la lipia, o el césped en zonas ajardinadas, ayudan a mantener el suelo en su lugar ayudando a mejorar su estructura y calidad.

- Consejo nº 3 -
Enmiendas orgánicas del suelo
Otro consejo importante para una fertilización adecuada es realizar enmiendas regulares. Las enmiendas son aportes de materiales orgánicos que se añaden al suelo para mejorar su calidad y aumentar su fertilidad. Algunos ejemplos de enmiendas orgánicas son el humus, el compost, estiércol y restos vegetales.
Un producto muy recomendado si decides seguir este consejo es el Humus líquido natural BIO. Una solución líquida ecológica rica en materia orgánica, actúa regenerando las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos mejorando su estructura, potencial nutricional y fertilidad. Además, ayudará a que tus plantas formen y desarrollen bien las raíces y potenciará un crecimiento vigoroso.

- Consejo nº 4 -
Rotación de cultivos
Otra manera de mantener una correcta salud del terreno es a través de la rotación de cultivos. Esta práctica implica dejar descansar el terreno cambiando el tipo de cultivo de una parcela de tierra cada temporada. Al rotar los cultivos, también se pueden cultivar plantas conocidas como abono verde cuyos restos frescos se incorporan al mismo terreno. Principalmente se cultivan crucíferas (colza), gramíneas (cebada, centeno, etc.) y leguminosas como las deliciosas habas o la alfalfa, que es un forraje ideal si tienes conejos u otros animales. Además, añaden nitrógeno al suelo. Esto ayuda a prevenir la acumulación de enfermedades en el terreno y reduce la necesidad de fertilizantes y pesticidas. También contribuye a mejorar la actividad biológica del suelo al aumentar la diversidad de los microorganismos y la materia orgánica disponible.

- Consejo nº 5 -
Evitar el exceso de agua
El exceso de agua puede ser perjudicial para la salud del suelo. Si el terreno permanece demasiado húmedo, puede disminuir el nivel de oxígeno disponible para las raíces y favorecer el desarrollo de patógenos y enfermedades.
Para evitar el exceso de agua, es importante asegurarse de que el suelo tenga un buen drenaje. Puedes mejorarlo agregando materia orgánica y evitando el riego excesivo.
En conclusión, mantener la salud del suelo en tu huerto o jardín es fundamental para obtener una cosecha saludable y abundante. Recuerda que es una tarea continua y que requiere tiempo y dedicación, pero los beneficios a corto y largo plazo para tus plantas y huerto merecen la pena.
En conclusión...
Mantener la salud del suelo en tu huerto o jardín es fundamental para obtener una cosecha saludable y abundante. Recuerda que es una tarea continua y que requiere tiempo y dedicación, pero los beneficios a corto y largo plazo para tus plantas y huerto merecen la pena.